Etapa 34 - MANU




     Hoy Lola nos resume la etapa:

He hablado con Juan no tenía mucha batería en el móvil y no ha podido escribir.

Ayer, como no podía ser de otra manera, le pilló una tormenta. Se refugió en una parada de bus de Uralita pero había mucha humedad y sobre las 12 de la noche vio una luz a lo lejos. Era una gasolinera, se fue hasta allí y pasó la noche junto al señor de la gasolinera, cada uno sentadito en una silla. Hasta las 5 de la mañana que empezó a dar pedales. 

Hoy quiere llegar casi a la frontera con Bulgaria.

Si puede escribirá y si no hasta que llegue a Sofía. 

Por lo menos los chicos se enteran de por donde va.

Si tengo más  noticias os cuento.

         Ya nos envió Juan la etapa:

El lunes salí de Belgrado y venga a dar pedales por una carretera por la que no iba ni el "tato". Estupendo! Yo y mi alma en equipo íbamos comiéndonos los kms y algún plátano con barrita de regalo. En la euforia las subidas nos parecían llanos y en las bajadas sacábamos las alas de la rueda trasera y volábamos por encima del asfalto con más baches que mi carrera de profesional en banca.
Me pasé una ciudad grande después de 130 km por "sobrao", pues íbamos  fuertes. Es verdad que no me quedé pues rodeé por la circunvalación Oh!, craso error, aquello tomo mal cariz. Había un ambiente cutre. Eran poblados como de gitanos con mulos y carros, pero muchos. Dale, dale alma que nos separa a los dos y fuimos dándole a tope más de tres kms. Como para parar, nos querían comer la merienda.
Era la segunda vez que que el panorama se nos ponía jodido. A tope y que me pillen, a 35 en llano. El miedo es libre y da alas, como cuando en una finca de Cuatrocalzadaste sale un toro con hechuras y tienes que correr o subirte a un árbol, pero aquí no había arboles, solo se podía huir y que te llamaran cobarde.

A los 10 km. del susto empecé a oír truenos. Miro hacia arriba y veo un hongo negro, y me digo: "El chaumin de Corea que la ha tirado a dar al Tramp y se ha quedado corto".Empezó a llover como si hubieran sacado la Virgen de la Vega en Tejares, aunque por estos lares no llegó a pasar, aquí solo hay minaretes, y lo tiene Ala "copao". A lo que iba. Empezó a caer por cubos y mi flor del culo nada más pasar 100 metros encontró una parada de Bus, Tate aquí me quedo, dije más sequito que la mojama. Y así lo hice, la parada era de uralita y tenía un pequeño banco y no traspasaba ni una gota. Llueve menos en Garrido y el Multiusos con su modernez y su diseño tiene más goteras que que mi paupérrima memoria, y se inunda cuando caen gota y media, y ponen cubos. ¡Que cutres!
Yo allí fenomenal. Esperé a ver si escampaba pero resistía la nube con el negro entre sus brazos, no lo soltaba, el negro quiero decir, porque  agua soltaba como manguera de bombero.

 "Cada historia tiene un final, y cada final, es el comienzo de una nueva historia"

Lo leí cuando era pequeño en el libro que tenía mi padre en el aparador, se llamaba así pues todo las cosas mágicas que tenía mi padre, se llamaba Juan, iban a parar al aparador. Tenía cosas maravillosas, solo contaré una, que voy dando rodeo, perdón. Pues eso que decía, que guardaba allí objetos encantados y yo más encantado y eufórico que me los dejara. Se posaba en sitio visible pero no preferente, una mariposa amarilla con líneas negras, disecada claro, que al tirarla hacia el techo de nuestra casa de la calle P. Herrasti esquina a Pizarro, donde he vuelto después de 60 años, al caer volaba con si tuviera vida y se posaba despacio en las baldosas que mi madre tenia limpias como la patena, las limpiaba con una mezcla de vinagre y agua.  Esta mezcla elimina la grasa y la suciedad que traíamos de nuestros andares por las calles.

Así no acabamos nunca, no me interrumpáis que se me acaban los folios.

Estábamos en la parada, y que tenia que vigilar los coches por su venían pues había tanta agua en la carretera que si pasaba uno tenía que ir a la parte de atrás con la mochila para que no me calara. Entre una mirada para el este y otra para el oeste vi una luz alta encendida.
Allí estaba dispuesto a pasar la noche pues ya no podía circular, no veía ni a cantar, con lo bien que lo hago. Tenía un banco de medio cuerpo pero me valía y ropa, poca, pero de sobra para abrigarme pues había humedad pero no hacia frió.

Por cierto os cuento dicho sea de paso lo que me queda: el móvil y la bici, lo mas preciado, aunque la pila ya carga poco y mal y la tarjeta dice todo el rato:"Llena y Ll...". No puedo hacer más de 4 fotos, os vais a librar, y no se como se descarga, pero para lo que me costó no puedo protestar.
Alma en perfecto estado, cada día está más atenta a todo y más atractiva. ¡guapa, guapa y guapa! Luego tengo seis prendas de vestir ( culotte, maillot, quitavientos, pero no lo uso, ya que tengo la suerte que llevo el aire de cola siempre, además del pasaporte que no me sellan, debe ser costumbre, dinero, poco, ya solo tengo 200 lereles, los mapas, un pantalón, un niki y unos calcetines de vestir, las herramientas, la bomba, desodorante, hojillas y jabón. No tengo medicinas que traje pero al no tener no puedo ponerme malo ni dar asilo a ningún dolor. Tengo mucho, también unas zapas de bici y la mochila que traía. Ah! y la gorra que me hace casco.
Aquí no veo policía alguna así que será obligatorio pero quien lo ve quien vigila nadie, o te vigilas tú o estás "apañao"

Creo que todavía debía ir mas ligero, aunque como sabéis el ser humano es acaparador de bienes materiales para por si los acaso. Voy ligero de todas fornas, con la mochila a la espalda y el agua la lleva Alma.
Tengo entre mis posesiones siempre a mano mi spray de conflicto y mi navaja, entramos en territorio comanche. Ganas tenía, me va la marcha. Bulgaria no son los del Báltico, pero he estado en sitios peores y he salido indemne. Trankilos que no me relajo, voy siempre ojo avizor. No me van hacer falta, pero nunca  esta de más y te da tranquilidad en el caminar o pedalear. Me falta metálico por si me atracan dárselo rápido, las tarjetas no valen en esos trances. De todas formas pensar que en casa te sientes tranquilo, pero no es cierto, también roban y atracan, a mi en el banco me atracaron dos veces y no se pasa bien ni se puede salir corriendo, aquí por lo menos puedes huir corriendo si te quitan la bici. La voy a guarrear un poco para que no llame mucho la atención, es tan guapa que me la miran mucho. No son celos es que llama la atención pues menuda figura tiene y que componentes.

Comentarios

Publicar un comentario